Oh Dios Todopoderoso, en este día te pedimos por Pentecostés, que derrames tu Espíritu Santo sobre nosotros con tu gracia y amor infinito. Que tu presencia divina llene nuestros corazones y nos guíe en todo momento.
Te alabamos y te bendecimos, Señor, por Pentecostés, por tu grandeza y misericordia. Eres la luz que ilumina nuestro camino, la fuerza que nos sostiene y el amor que nos transforma. En ti encontramos consuelo y esperanza.
Te damos gracias, Padre celestial, por Pentecostés, por todas las bendiciones que nos has concedido y por tu constante protección. Reconocemos tu bondad y tu fidelidad, y te ofrecemos nuestro amor y gratitud.
Señor, hoy nos arrepentimos de nuestros pecados y errores, y te pedimos perdón por todas nuestras faltas. Purifica nuestros corazones y líbranos de todo mal, para que podamos vivir en tu gracia y en tu paz.
Te suplicamos, Dios misericordioso, por Pentecostés, que escuches nuestras peticiones y necesidades. Concede a cada uno de nosotros la fuerza y la sabiduría para enfrentar los desafíos de la vida, y permítenos experimentar tu amor sanador.
Intercede por nosotros, oh Espíritu Santo, en este día de Pentecostés, y lleva nuestras súplicas ante el trono de Dios. Te pedimos por la salud de los enfermos, por la paz en el mundo, y por la unidad de la Iglesia.
Nos consagramos a ti, Señor, en este día de Pentecostés, y te ofrecemos nuestras vidas como un sacrificio vivo y santo. Que tu voluntad se haga en nosotros, y que podamos servirte con fidelidad y humildad.
Te pedimos, Señor, que bendigas este día de Pentecostés y que nos llenes de tu gracia y tu paz. Que tu amor nos guíe y nos proteja, y que podamos vivir en comunión contigo por toda la eternidad.