Oh Dios misericordioso, en este momento me dirijo a Ti con humildad y devoción, para pedir por San Adamo, fiel servidor de Tu voluntad y ejemplo de virtud en la fe cristiana y católica.
En Tu infinita bondad, te alabo y te admiro por la gracia que has derramado sobre San Adamo, permitiéndole ser una luz en medio de la oscuridad y un reflejo de Tu amor inagotable.
Te doy gracias, Señor, por la vida de San Adamo, por las bendiciones recibidas y por la guía constante que le has proporcionado en su camino de fe y servicio a los demás.
Con profundo pesar en mi corazón, reconozco mis faltas y errores, y te pido perdón por todas las veces en las que he fallado en seguir el ejemplo de San Adamo en mi vida diaria.
Te ruego, Dios misericordioso, que escuches mis súplicas y que concedas a San Adamo la fuerza y la sabiduría necesarias para seguir adelante en su misión de difundir Tu palabra y Tu amor por todo el mundo.
Intercede por mí ante el trono de la gracia, San Adamo, para que pueda encontrar consuelo en tiempos de dificultad y fortaleza en momentos de debilidad.
Me consagro a Ti, Señor, en un acto de amor y entrega total, siguiendo el ejemplo de San Adamo en su dedicación y servicio a Tu obra en la tierra.
Te pido, Dios todopoderoso, que bendigas a San Adamo con tu protección divina, que le concedas paz en medio de la tormenta y que le llenes de gracia para cumplir con fidelidad tu santa voluntad.
Amén.