Oh Dios misericordioso, te imploro en este momento por la intercesión de San Edmundo, para que su luz y su guía nos acompañen en nuestro camino. Que su ejemplo de fe y devoción nos inspire a seguir tus enseñanzas y a vivir una vida en armonía contigo.
Te alabamos, Señor, por la virtud y la fortaleza que has otorgado a San Edmundo. Su dedicación a tu palabra y su amor por los demás son un testimonio de tu grandeza y de tu amor inagotable. Que podamos seguir su ejemplo y vivir conforme a tus mandamientos, buscando siempre tu voluntad en cada paso que damos.
Te damos gracias, Padre celestial, por la vida de San Edmundo y por las bendiciones que has derramado sobre él. Gracias por su valentía y su compromiso con la verdad, por su bondad y su compasión hacia los más necesitados. Que su legado perdure en nuestras vidas y nos inspire a ser mejores hijos tuyos.
Señor, en este momento de arrepentimiento, te pedimos perdón por nuestras faltas y nuestros pecados. Que tu misericordia se derrame sobre nosotros y sobre San Edmundo, limpiando nuestros corazones y purificando nuestras almas. Ayúdanos a enmendar nuestros errores y a caminar por el sendero de la rectitud y la humildad.
Te suplicamos, Dios todopoderoso, que escuches nuestras peticiones y nuestras súplicas por San Edmundo. Que tu mano protectora lo guíe y lo sostenga en todo momento, brindándole la fuerza y la sabiduría necesarias para enfrentar los desafíos de la vida. Que tu amor lo envuelva y lo llene de paz y consuelo en los momentos de dificultad.
Te rogamos, Señor, que San Edmundo interceda por nosotros ante tu trono de gracia. Que sus oraciones sean un puente de comunión entre nosotros y tú, llevando nuestras intenciones y nuestros anhelos hasta tu presencia. Concédenos, por su intercesión, la gracia de vivir en comunión contigo y de experimentar tu amor de manera profunda y transformadora.
Te consagramos, Señor, nuestras vidas y nuestros corazones a través de la intercesión de San Edmundo. Que cada pensamiento, cada palabra y cada acción estén impregnados de tu amor y de tu gracia, reflejando la luz de tu presencia en todo lo que hagamos. Que nuestra devoción hacia ti sea constante y sincera, manifestándose en cada gesto de amor y solidaridad hacia nuestros hermanos.
Te pedimos, Dios bondadoso, que derrames tu bendición sobre San Edmundo y sobre todos aquellos que lo invocan con fe y devoción. Que tu protección lo acompañe en todo momento, guardándolo de todo mal y concediéndole la paz que solo tú puedes dar. Que tu gracia lo renueve y lo fortalezca, capacitándolo para ser un instrumento de tu amor y tu misericordia en el mundo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.