-
Amado Dios, Padre misericordioso, te invoco en esta oración por San Lorenzo, siervo fiel que entregó su vida en amor por Ti. Encomiendo su alma a tu divina misericordia, para que lo colmes de paz y lo guíes por el camino de la luz eterna.
-
En tu infinita bondad, te alabo por la fortaleza y la valentía que inspiraste en San Lorenzo. Su testimonio de fe y su entrega total a tu voluntad lo convierten en un ejemplo luminoso para todos los creyentes. Que su vida sea un faro que ilumine nuestro camino hacia Ti.
-
Doy gracias, Señor, por el legado de amor y generosidad que San Lorenzo nos dejó. Por cada milagro obrado a través de su intercesión, por cada alma que ha encontrado consuelo en su poderoso patrocinio, te alabo y te bendigo, Dios todopoderoso.
-
En este momento de reflexión, me arrepiento sinceramente de mis faltas y pecados, reconociendo mi debilidad y mi necesidad de tu perdón. Te ruego, Señor, que por la intercesión de San Lorenzo, me concedas la gracia de la reconciliación y la paz interior.
-
Te pido, Dios bondadoso, que escuches mis súplicas y atiendas mis peticiones por intercesión de San Lorenzo. Concede fortaleza a los débiles, consuelo a los afligidos y esperanza a los desesperados. Que tu amor y tu misericordia se derramen abundantemente sobre todos los que te invocan con fe.
-
Intercede por nosotros, San Lorenzo, ante el trono de Dios, para que nuestras súplicas sean escuchadas y nuestras necesidades sean suplidas. Te encomendamos nuestras alegrías y nuestras penas, nuestros sueños y nuestras preocupaciones, confiando en tu poderosa intercesión y protección.
-
Me consagro a Ti, oh Señor, por intercesión de San Lorenzo, ofreciéndote mi vida como un acto de amor y gratitud. Que cada paso que dé, cada palabra que pronuncie, sea para mayor gloria tuya y para la salvación de las almas. Que mi existencia sea un reflejo de tu amor infinito.
-
Te imploro, Dios de misericordia, que derrames tus bendiciones sobre San Lorenzo, protegiéndolo en todo momento, otorgándole paz y fortaleza en medio de las adversidades, y colmándolo de tu gracia para que pueda cumplir fielmente tu voluntad en cada instante de su vida.