Claro, aquí tienes la oración solicitada:
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Oh Dios misericordioso y bondadoso, te imploramos en este momento por la intercesión y protección de San Nereo, siervo fiel y testigo de tu amor inquebrantable. Encomendamos a tu santa presencia su vida y su legado, pidiendo que su ejemplo de entrega y devoción nos inspire en nuestro camino de fe.
Bendito seas, Señor, por la vida de San Nereo, quien con humildad y valentía siguió tus mandamientos y difundió tu palabra con fervor. Admiramos su fortaleza y su compromiso con la verdad, reflejo de tu luz divina que brilla en lo más profundo de su ser.
Damos gracias, Padre celestial, por las infinitas bendiciones concedidas a través de San Nereo, por las victorias espirituales y la guía celestial que ha brindado a tantos corazones necesitados de consuelo y esperanza. Reconocemos tu generosidad y amor eterno manifestado en cada gesto de este siervo fiel.
Con humildad y arrepentimiento, elevamos nuestras plegarias a ti, confesando nuestras faltas y pecados, y suplicando tu perdón y misericordia a través de la intercesión de San Nereo. Permítenos ser dignos de tu gracia, renovando nuestro compromiso de seguir tus enseñanzas y vivir en tu amor.
Te pedimos, Señor, que en tu infinita bondad escuches nuestras súplicas y necesidades, que atiendas nuestras peticiones con la misma ternura con la que miraste a San Nereo. Concede paz, salud y protección a todos aquellos que en su nombre acuden a ti en busca de consuelo y fortaleza.
Que San Nereo, desde su santidad en tu presencia, interceda por nosotros ante tu trono de gracia, llevando nuestras intenciones y anhelos a tus pies, para que tu voluntad se cumpla en nuestras vidas y en las vidas de aquellos que amamos. Que su voz resuene en el cielo en favor de nuestros corazones afligidos y desamparados.
En un acto de consagración total, nos entregamos a ti, oh Señor, por mediación de San Nereo, ofreciendo nuestros dones y talentos, nuestras alegrías y tristezas, nuestra existencia entera como un acto de amor y adoración. Haz de nosotros instrumentos de tu paz y portadores de tu luz en un mundo sediento de tu gracia.
Finalmente, te pedimos, Padre celestial, que derrames tus bendiciones sobre San Nereo, cubriéndolo con tu manto de protección, otorgándole fuerza y valor en su eterno servicio a tu gloria. Que su ejemplo perdure en nuestras vidas, guiándonos hacia tu divina presencia y permitiéndonos experimentar la plenitud de tu amor.
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