Oh Dios misericordioso, en este momento me dirijo a Ti con humildad y devoción, pidiendo por Ayuda a los marginados. Tú, que conoces nuestras necesidades más profundas y escuchas nuestras súplicas, te ruego que extiendas tu mano de amor y compasión hacia aquellos que se encuentran en la periferia de la sociedad, marginados y olvidados.

En tu infinita bondad y misericordia, te alabo y te bendigo por tu amor incondicional y tu constante protección. Tú eres la luz que guía nuestros pasos y la fuerza que nos sostiene en los momentos de dificultad. Te agradezco, Señor, por tu constante presencia en nuestras vidas y por la esperanza que nos brindas cada día.

Padre celestial, reconozco mis faltas y mis pecados, y te pido perdón por las veces que he fallado en amar y servir a mis hermanos marginados. Permíteme, Señor, purificar mi corazón y renovar mi espíritu, para ser digno de tu misericordia y tu perdón. Ayúdame a ser un instrumento de tu paz y amor en el mundo.

Te suplico, Dios de bondad, que escuches mi petición por Ayuda a los marginados. Que tu mano poderosa y sanadora se extienda sobre ellos, brindándoles consuelo, esperanza y dignidad. Que en medio de su sufrimiento encuentren tu amor y tu protección, y que la sociedad les abra sus puertas y les brinde oportunidades justas.

Intercede, oh Señor, por aquellos que sufren en silencio, por los desamparados y los desprotegidos. Que tu amor los envuelva y los sostenga en los momentos de prueba y tribulación. Te pido, Dios compasivo, que les concedas fortaleza y valor para seguir adelante, confiando en tu providencia y en tu infinita misericordia.

En este momento de oración, me consagro a ti, Señor, y te ofrezco mi vida como un sacrificio vivo y agradable a tus ojos. Que mi existencia sea un reflejo de tu amor y tu bondad, y que mi servicio a los marginados sea una expresión de mi gratitud por todas tus bendiciones. Hazme un instrumento de tu paz y tu justicia en el mundo.

Finalmente, te pido, Dios todopoderoso, que derrames tu bendición sobre los marginados, protegiéndolos y guiándolos por el camino de la esperanza y la redención. Que tu luz divina los ilumine y los fortalezca, y que tu gracia los acompañe en todo momento. Que encuentren en ti el consuelo y la paz que tanto anhelan.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, te ruego, oh Dios, que escuches mi oración y que atiendas las necesidades de los marginados. Amén.