Oh Dios misericordioso, te ruego con humildad y devoción que me ayudes a alcanzar el Desapego de lo material, a liberarme de las cadenas que atan mi corazón a las posesiones terrenales y a encontrar la verdadera riqueza en tu amor y gracia.
En tu infinita bondad y sabiduría, te alabo por ser el Creador de todo lo que existe, por tu generosidad y misericordia sin límites. Tu poder y majestad trascienden todo lo material, y en ti encuentro la verdadera paz y plenitud que anhelo.
Te doy gracias, Señor, por todas las bendiciones que has derramado sobre mí, por tu constante protección y guía en mi camino. Reconozco que todo lo que poseo proviene de ti, y te pido que me ayudes a valorar lo esencial y a desapegarme de lo superfluo.
Me arrepiento de todas las veces que he puesto mi confianza en las riquezas y he descuidado mi relación contigo, buscando la felicidad en lo material en lugar de en tu amor incondicional. Perdóname, Señor, y ayúdame a enmendar mis errores.
Te suplico, Dios misericordioso, que me concedas la fuerza y la sabiduría necesarias para renunciar a la ambición desmedida y la codicia, y a vivir en conformidad con tu voluntad divina. Que mi corazón se llene de desapego de lo material y se abra a tu luz y amor.
Intercede por mí, oh Señor, y por todos aquellos que luchan por liberarse de las ataduras del mundo material, que encuentren consuelo en tu presencia y fortaleza en tu palabra. Que juntos podamos caminar hacia la verdadera libertad en ti.
Me consagro a ti, Dios de amor, entregándote mi vida y todo lo que poseo, reconociendo que todo me pertenece a ti. Que mi existencia sea un reflejo de tu amor y mis acciones estén guiadas por el Desapego de lo material y la generosidad hacia los demás.
Te pido, Señor, que derrames tu bendición sobre mí y sobre todos aquellos que buscan vivir en conformidad con tu voluntad. Que nos protejas de la avaricia y la envidia, y nos concedas la paz interior que solo puede venir de tu presencia.
Amén. Que así sea.