Oh Dios misericordioso y bondadoso, me dirijo a ti en este momento con humildad y devoción para agradecerte por la maravillosa Creación que has puesto ante mis ojos. En cada rincón de este mundo puedo ver tu mano poderosa y amorosa, y por eso te doy gracias de todo corazón.

Padre celestial, en tu infinita grandeza has formado cada detalle de este universo con sabiduría y amor. La belleza de tus creaciones me deja sin aliento y me llena de asombro. En cada flor, en cada montaña, en cada criatura, puedo ver tu gloria reflejada. ¡Qué maravilloso es todo lo que has hecho!

Te doy gracias, Señor, por cada momento de alegría y de paz que has sembrado en mi vida. Por cada bendición que me has dado, por cada sonrisa que has puesto en mi rostro, te agradezco con todo mi ser. Tu amor inagotable me sostiene en todo momento, y por eso te bendigo y te alabo sin cesar.

En este instante, Señor, reconozco mis fallas y mis pecados. Me arrepiento sinceramente por todas aquellas veces en las que he ignorado tu Creación o he causado daño a tus criaturas. Perdóname, Padre, y ayúdame a enmendar mis errores para vivir en armonía con tu obra maravillosa.

Te pido, Dios misericordioso, que me concedas la gracia de cuidar y proteger tu Creación con amor y responsabilidad. Que mis acciones reflejen mi gratitud por todo lo que me has dado, y que pueda ser un buen administrador de los dones que has puesto en mis manos.

Intercede por aquellos que sufren, por los que han perdido la esperanza, por los que luchan por un mundo más justo y sostenible. Que tu luz ilumine sus caminos y les dé fuerzas para seguir adelante. Que tu amor los sostenga en todo momento y los guíe hacia la paz y la reconciliación.

Me consagro a ti, Señor, para que mi vida sea un reflejo de tu amor y tu bondad. Que cada acción, cada palabra, cada pensamiento estén inspirados por tu Espíritu Santo, y que mi existencia sea un testimonio vivo de tu presencia en el mundo.

Te pido, Señor, que derrames tus bendiciones sobre mí y sobre todos aquellos que buscan tu rostro. Que tu protección nos cubra como un manto, que tu paz inunde nuestros corazones y que tu gracia nos fortalezca en la adversidad.

En tus manos pongo mi vida, Señor, confiando plenamente en tu amor y en tu misericordia. Que mi oración por Gratitud por la Creación sea agradable a tus ojos, y que mi corazón esté siempre dispuesto a alabarte y a glorificarte por siempre jamás. Amén.