Claro, aquí tienes la oración solicitada:
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Oh Dios misericordioso y bondadoso, te ruego por Madre, ser de luz en mi camino y refugio en las tormentas, escucha mi voz y recibe mi súplica con amorosa compasión. En tu nombre elevo mis palabras, confiando en tu infinito amor y sabiduría.
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En tu presencia, Dios todopoderoso, quiero alabar tu grandeza y magnificencia, reconociendo en Madre tu reflejo de amor incondicional y ternura eterna. Te exalto, Señor, por el regalo incomparable que nos has dado en Madre, fuente de amor y sabiduría.
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Te doy gracias, Padre celestial, por la presencia constante de Madre en mi vida, por sus consejos sabios y su amor inquebrantable. Agradezco, Señor, por las bendiciones que derramas sobre Madre y por la guía que nos brinda con amor materno.
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Con humildad y arrepentimiento, reconozco mis faltas y errores ante ti, Dios misericordioso, y te pido perdón por mis pecados. Imploro tu misericordia para Madre, para que en tu infinita bondad encuentre consuelo y perdón.
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Te suplico, Dios compasivo, que escuches mis peticiones por Madre, que sean guiadas por tu voluntad y se cumplan para su mayor bien. Confiando en tu poder y misericordia, elevo mis ruegos por la salud, la paz y la felicidad de Madre.
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Intercede, Madre amada, ante el trono de Dios por mis necesidades y las de aquellos que amo. Con tu bondad y tu intercesión ante Dios, ayúdanos a encontrar consuelo en momentos de tribulación y a vivir en armonía y amor.
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Me consagro a ti, oh Señor, entregando mi vida y mis acciones a tu divina voluntad a través de Madre, modelo de virtud y devoción. Que mi existencia sea un reflejo de tu amor y tu gracia, guiada por la luz de Madre en cada paso que doy.
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Te pido, Dios de misericordia y bondad infinita, que bendigas a Madre con tu protección, paz y amor. Que tu manto de gracia la cubra en todo momento y la fortalezca en su camino de fe. Que tu bendición descienda sobre ella como rocío del cielo, colmándola de tu amor eterno.