Claro, aquí tienes la oración encomendada:

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Querido Dios, Padre celestial, me acerco a Ti en humildad y con reverencia, para pedir por Medio hermano, cuyo corazón y alma necesitan de Tu amor y guía eterna.

Te alabo, Señor, por Tu grandeza infinita y por la bondad que emanas en cada uno de tus actos. En Ti encuentro paz y consuelo, y agradezco por haber puesto a Medio hermano en mi camino para fortalecer mi fe y mi espíritu.

Padre celestial, en este momento de comunión, elevo mi gratitud por Medio hermano, por ser un regalo precioso que has colocado en mi vida. Gracias por las bendiciones derramadas sobre él y por cada enseñanza que me brinda a través de su existencia.

Con humildad y arrepentimiento, reconozco mis propias faltas y pecados, y te pido perdón por las veces que no he estado a la altura como hermano en la fe. Permite que mi corazón se purifique y que mi espíritu se fortalezca para ser un mejor apoyo para Medio hermano.

Dios misericordioso, escucha mis ruegos y súplicas por Medio hermano. Te pido que le concedas sabiduría, consuelo y protección en cada paso que dé. Guíale por senderos de luz y hazle sentir Tu amor en todo momento.

Intercede por Medio hermano, Señor, y por todas las intenciones que guardamos en lo profundo de nuestro ser. Concédenos la fortaleza para seguir adelante, confiando en Tu divina providencia y en la fuerza de la oración.

En un acto de entrega total, consagro mi vida y la de Medio hermano a Tu servicio, Señor. Permítenos ser instrumentos de Tu paz y amor en un mundo que tanto necesita de Tu presencia sanadora.

Bendice a Medio hermano, oh Señor, con Tu luz y Tu protección. Que su vida esté colmada de alegría y esperanza, y que cada día sea una oportunidad para crecer en fe y en amor hacia Ti y hacia los demás.

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