Oh Dios misericordioso y bondadoso, acudo a Ti en busca de Pureza, sabiendo que solo Tú puedes limpiar mi alma y mi mente de toda impureza. En tu presencia, encuentro la fuerza y la gracia para seguir adelante en mi camino espiritual. Te pido, Señor, que me guíes y me ayudes a mantenerme puro en pensamiento, palabra y acción.

En tu infinita grandeza y amor, te alabo y te adoro por tu santidad y pureza. Eres la fuente de toda bondad y la luz que ilumina mi camino. En ti encuentro consuelo y fortaleza para resistir las tentaciones y mantener mi corazón puro. Te doy gracias, Dios mío, por tu constante protección y por permitirme experimentar la belleza de la Pureza en mi vida.

Señor, reconozco mis faltas y pecados, y me arrepiento sinceramente de todo aquello que ha enturbiado mi alma. Te pido perdón por mis errores y te suplico que me purifiques con tu gracia y tu misericordia. Ayúdame a alejarme de todo aquello que me aparta de la Pureza y a seguir tus mandamientos con fidelidad y devoción.

En este momento de oración, te presento mis peticiones y deseos, confiando en tu bondad y en tu poder para concederme lo que más necesito. Te pido, Señor, que me ayudes a cultivar la Pureza en mi corazón, en mis pensamientos y en mis acciones. Que tu Santo Espíritu me guíe y me fortalezca en mi lucha por mantenerme fiel a ti.

Dios de misericordia, te ruego que intercedas por mí ante tu trono de gracia, para que pueda alcanzar la Pureza que tanto anhelo. Te pido también por aquellos que están en necesidad de tu ayuda y tu protección, para que todos podamos experimentar la plenitud de tu amor y tu misericordia. Escucha nuestras súplicas, oh Señor, y danos la fortaleza para perseverar en la fe y en la Pureza.

Me consagro a ti, oh Dios, como un instrumento de tu amor y tu Pureza en este mundo. Que mi vida refleje tu luz y tu verdad, y que mi testimonio inspire a otros a buscarte con sinceridad y humildad. Te entrego mi ser entero, para que tu voluntad se cumpla en mí y para que mi vida sea un reflejo de tu gloria y tu Pureza.

Por último, te pido, Señor, que derrames tu bendición sobre mí y sobre todos aquellos que buscan la Pureza en sus vidas. Concede paz y protección a quienes te buscan con un corazón sincero, y llena sus vidas con tu gracia y tu amor. Que tu presencia nos acompañe siempre, guiándonos por el camino de la Pureza y la santidad.