Claro, aquí tienes la oración solicitada:
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Amado Dios, en este momento me acerco a Ti con humildad y fervor, elevando mi voz en súplica por San Sebastián, cuya nobleza y virtud iluminan nuestro camino. En tu presencia, encuentro consuelo y fortaleza para interceder por él, confiando en tu misericordia y amor infinito.
Oh Señor, en tu grandeza y bondad, reconozco la magnificencia de tu creación al contemplar la vida de San Sebastián. Su ejemplo de valentía y fidelidad nos inspira a seguir tus enseñanzas y a abrazar tu voluntad con entrega y alegría. En cada gesto de San Sebastián, vislumbramos tu divina presencia, guiándonos hacia la luz de tu verdad.
Te agradezco, Padre celestial, por la gracia derramada sobre San Sebastián, por las bendiciones que has otorgado a su camino y por la guía que le has brindado en momentos de tribulación. En tu amor infinito, encuentro consuelo y esperanza al saber que cuidas de él con ternura y compasión.
Con humildad y contrición, me postro ante ti, confesando mis faltas y errores, implorando tu perdón y misericordia para San Sebastián. Reconozco mis limitaciones y flaquezas, y te ruego que, a través de la intercesión de San Sebastián, me concedas la gracia de la reconciliación y la paz interior.
Dios de bondad y compasión, escucha mis ruegos y peticiones por San Sebastián, cuyos anhelos y necesidades deposito en tus manos amorosas. Te suplico que le concedas fortaleza en la adversidad, consuelo en la aflicción y sabiduría en sus decisiones, para que su camino esté siempre iluminado por tu divina luz.
En esta comunión de fe y amor, te pido, Señor, que San Sebastián sea instrumento de tu paz y amor en el mundo, que su vida sea testimonio de tu gracia y que su intercesión nos alcance en nuestras necesidades más profundas. Concédele, oh Dios, la fuerza y el valor para ser portador de tu mensaje de esperanza y redención.
Te consagro, Señor, mi vida y la de San Sebastián, confiando en tu providencia y en tu guía amorosa. Que cada paso que demos sea en tu nombre, que cada palabra que pronunciemos refleje tu amor y que cada gesto que realicemos sea una ofrenda de gratitud por tu inmensa bondad. Que nuestra existencia sea un reflejo de tu divina presencia en el mundo.
En tu infinita misericordia, derrama sobre San Sebastián tu bendición, colmándolo de paz, protección y gracia. Que su camino esté siempre iluminado por tu luz, que su corazón sea un manantial de amor y que su vida sea un testimonio vivo de tu amor inagotable. Que tu bendición, oh Señor, sea su escudo y fortaleza en todo momento.
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