Oh Dios misericordioso y bondadoso, en este momento me acerco a Ti con humildad y devoción para dirigirme a Ti en esta oración por San Tomás de Aquino, gran teólogo y filósofo cuya sabiduría y enseñanzas han iluminado a tantos a lo largo de los siglos.

En tu infinita grandeza y poder, rindo homenaje a tu santidad y perfección, reconociendo que en San Tomás de Aquino se refleja tu divina presencia y amor incondicional. Con reverencia y gratitud, te alabo por permitirnos contar con su guía y sabiduría en nuestro camino de fe.

Padre celestial, te doy gracias por el legado de San Tomás de Aquino, por su profunda comprensión de la verdad y su incansable búsqueda de conocimiento para glorificar tu nombre. Que su ejemplo inspire a todos los que buscan la verdad y la sabiduría en ti.

Me arrepiento sinceramente por mis faltas y pecados, reconociendo que en ocasiones he fallado en seguir el camino que San Tomás de Aquino nos mostró con su vida y enseñanzas. Te pido perdón por mis errores y te ruego que, a través de la intercesión de San Tomás de Aquino, me concedas la gracia de enmendar mis caminos y seguir tu voluntad.

En este momento de oración, elevo mis peticiones a ti, oh Señor, confiando en tu infinita misericordia y amor. Te suplico que escuches mis súplicas y atiendas mis necesidades, así como las de aquellos por quienes también pido, en especial por San Tomás de Aquino, para que su intercesión sea poderosa ante tu trono.

Te pido, Señor, que por la intercesión de San Tomás de Aquino, nos fortalezcas en nuestra fe, nos ilumines en la búsqueda de la verdad y nos guíes por el camino de la virtud y la sabiduría. Que su ejemplo nos impulse a vivir de acuerdo a tus enseñanzas y a reflejar tu amor en todo lo que hagamos.

En un acto de consagración total a tu voluntad, te ofrezco mi vida y mi corazón, deseando seguir el ejemplo de San Tomás de Aquino en su entrega a Ti y en su búsqueda constante de la verdad. Que mi existencia sea una ofrenda agradable a tus ojos, en honor a San Tomás de Aquino y a tu santo nombre.

Finalmente, te pido, oh Señor, que derrames tu bendición sobre San Tomás de Aquino, protegiéndolo, guiándolo y llenándolo de paz y gracia en todo momento. Que su labor en la tierra continúe siendo fructífera y que su legado perdure para la gloria de tu nombre por siempre. Amén.