Oh Dios misericordioso y bondadoso, te pido humildemente que me ayudes a crecer en la caridad, a amar como Tú amas, a perdonar como Tú perdonas, a servir como Tú sirves. Que mi corazón se llene de tu amor y mi vida refleje tu compasión. Amén.
Te alabo, Señor, por tu infinita bondad y tu amor incondicional. Eres la fuente de toda caridad y misericordia, y en ti encuentro la fuerza para ser mejor cada día. Que mi vida sea un testimonio de tu amor, y que a través de mis acciones pueda llevar tu luz a los demás.
Doy gracias a ti, Dios mío, por las bendiciones que has derramado sobre mí, por la guía que me brindas en todo momento. Gracias por permitirme experimentar tu amor y por enseñarme a compartirlo con los demás. Que mi corazón esté siempre agradecido y dispuesto a servir a los demás con generosidad.
Me arrepiento, Señor, de mis faltas y pecados, de las veces que he fallado en amar a mi prójimo como a mí mismo. Perdóname, purifícame y ayúdame a enmendar mis errores. Que tu perdón y tu misericordia me impulsen a ser una mejor persona, más compasiva y caritativa.
Te pido, Dios amado, que me ayudes a crecer en la caridad, a ser más comprensivo, más empático, más solidario. Que mi vida esté marcada por el amor desinteresado, por la entrega sincera, por la generosidad sin límites. Ayúdame a ver a los demás con tus ojos, a tratarlos con tu amor.
Intercede por mí, Señor, ante tu trono de gracia. Pide por mi crecimiento en la caridad, por mi capacidad de amar sin medidas, por mi disposición a servir a los demás. Intercede también por aquellos que más lo necesitan, por los enfermos, los desamparados, los solitarios. Que tu amor se manifieste a través de mis acciones.
Me consagro a ti, Dios misericordioso, y te ofrezco mi vida entera como un sacrificio vivo y agradable. Que cada día sea una oportunidad para amar más, para servir mejor, para dar sin esperar nada a cambio. Que mi existencia sea un reflejo de tu amor infinito, una muestra de tu gracia transformadora.
Te pido, Señor, que derrames tu bendición sobre mí y sobre todos aquellos que buscan crecer en la caridad. Bendícenos con tu paz, protégenos con tu amor, llénanos de tu gracia. Que nuestra vida sea un testimonio viviente de tu presencia en el mundo, de tu amor que todo lo transforma.