Oh Dios misericordioso y bondadoso, te ruego con humildad y devoción por el Encuentro de la paz interior en mi vida. Tú, que eres la fuente de toda paz y tranquilidad, escucha mi súplica y permíteme experimentar tu paz que sobrepasa todo entendimiento.
En tu infinita grandeza y amor, te alabo y te admiro por ser el Príncipe de la Paz. Tu poder y tu gracia son insondables, y en medio de las tormentas de la vida, confío en que tu paz divina me sostendrá y me guiará hacia la serenidad interior.
Te doy gracias, Señor, por las innumerables bendiciones que has derramado sobre mí. Cada momento de paz, cada destello de luz en medio de la oscuridad, proviene de tu amor inagotable. Agradezco por el Encuentro de la paz interior que solo Tú puedes brindar.
Me arrepiento de mis faltas y pecados, de las veces en que he permitido que la inquietud y la ansiedad dominen mi corazón. Perdóname, Señor, y ayúdame a encontrar la reconciliación contigo y con mi prójimo, para que el Encuentro de la paz interior sea una realidad en mi vida.
Te pido, Dios misericordioso, que derrames tu paz sobre mí en medio de las pruebas y tribulaciones. Que tu Espíritu Santo me fortalezca y me guíe por senderos de justicia y paz, para que el Encuentro de la paz interior sea mi constante anhelo y realidad.
Intercede, oh Señor, por aquellos que están afligidos por la falta de paz en sus vidas. Por los que sufren conflictos internos, por los que buscan desesperadamente la tranquilidad del alma, te pido que les concedas el Encuentro de la paz interior que solo Tú puedes dar.
Me consagro a ti, oh Dios, entregándote mi ser entero y todas mis preocupaciones. Que mi vida sea un testimonio vivo de tu amor y de tu paz, para que aquellos que me rodean puedan experimentar el Encuentro de la paz interior a través de tus obras en mí.
Te pido, Señor, que bendigas mi camino y mis decisiones, que protejas mi mente y mi corazón de toda perturbación. Que tu paz, que sobrepasa todo entendimiento, sea mi guía y mi refugio en todo momento, para que el Encuentro de la paz interior sea mi constante compañía.
Amén.