Oh Dios misericordioso y bondadoso, te invoco en este momento para pedirte por el Reconocimiento de las bendiciones que has derramado sobre mí. En tu infinita sabiduría y amor, sé que has colmado mi vida de incontables dones y favores, y humildemente te pido que me ayudes a reconocer y valorar cada una de ellas.
En medio de la adversidad y los desafíos de la vida, te alabo y te glorifico, oh Señor, por tu inmenso poder y tu inagotable misericordia. Eres la fuente de toda gracia y bendición, y en ti encuentro consuelo y fortaleza para seguir adelante con fe y esperanza en mi corazón.
Te doy gracias, Padre celestial, por las bendiciones que has derramado sobre mí a lo largo de mi vida. Cada día es un regalo de tu amor incondicional, y en cada experiencia encuentro una oportunidad para crecer en mi relación contigo y en mi reconocimiento de tus bondades.
Me arrepiento, Señor, de todas mis faltas y pecados, de todas las veces que he fallado en reconocer tus bendiciones y en valorar tus dones. Te pido perdón por mis errores y te suplico que renueves mi corazón y mi mente, para que pueda vivir en tu gracia y en tu paz.
En este momento de oración, te presento mis peticiones, oh Dios, confiando en tu providencia y en tu misericordia. Te pido por el Reconocimiento de las bendiciones en mi vida y en la vida de aquellos que amo, para que podamos ser testigos de tu amor y tu poder en todo momento.
Intercede por mí, oh Virgen María, Madre de Dios, para que mi oración llegue al trono del Altísimo y sea escuchada por su infinita bondad. Te ruego que me acompañes en este camino de fe y que me ayudes a crecer en mi reconocimiento de las bendiciones que Dios derrama sobre mí cada día.
Me consagro a ti, Señor, en cuerpo, alma y espíritu, para que mi vida sea un reflejo de tu amor y tu gracia. Que cada acción, cada palabra y cada pensamiento estén guiados por tu Espíritu Santo, para que pueda vivir en plenitud y en armonía con tu voluntad.
Te pido, oh Dios, que derrames tu bendición sobre mí y sobre todos aquellos que buscan tu rostro y tu guía. Que tu luz ilumine nuestro camino, que tu paz llene nuestros corazones y que tu gracia nos fortalezca en todo momento. Amén.