Oh Dios misericordioso, en este momento me dirijo a ti con humildad y devoción para agradecerte por el trabajo que me has brindado. En tu infinita bondad, has permitido que pueda desempeñar mis labores diarias con dedicación y esfuerzo, y por ello te doy gracias de todo corazón.
Señor, en tu grandeza y majestad, reconozco tu poder y tu amor incondicional hacia tus hijos. Eres la fuente de toda sabiduría y fortaleza, y en este momento te alabo por tu generosidad al permitirme tener un empleo que me sustenta y me permite crecer.
Te doy gracias, Padre celestial, por cada oportunidad laboral que has puesto en mi camino, por cada logro alcanzado y por cada desafío que me ha fortalecido. En este momento, elevo mi voz hacia ti con gratitud por tu constante provisión y protección en el ámbito laboral.
Reconozco, Señor, que en ocasiones he fallado y he cometido errores en mi trabajo. Te pido sinceramente perdón por mis fallos y te ruego que me ayudes a ser una mejor persona y profesional en cada tarea que realizo.
Padre celestial, en este momento te pido que sigas guiando mis pasos en el camino laboral, que ilumines mi mente y mi corazón para tomar decisiones acertadas y para ser un ejemplo de integridad y rectitud en mi entorno laboral.
Te ruego, Dios misericordioso, que intercedas por mí ante cualquier dificultad o desafío que se presente en mi trabajo. Que tu mano poderosa me sostenga y me dé la fuerza necesaria para superar cualquier obstáculo que se cruce en mi camino laboral.
Me consagro a ti, Señor, en mi labor diaria, ofreciéndote cada tarea, cada esfuerzo y cada logro como una ofrenda de amor y gratitud. Que mi trabajo sea una manifestación de mi fe en ti y de mi compromiso con tu voluntad.
Te pido, Dios bondadoso, que derrames tu bendición sobre mi trabajo, que lo protejas de todo mal y lo llenes de prosperidad y frutos abundantes. Que en cada jornada laboral pueda experimentar tu paz y tu gracia que todo lo renueva.
En tus manos pongo mi trabajo, oh Señor, confiando en tu providencia y en tu amor inagotable. Que cada día laboral sea una oportunidad para glorificarte y para servir a los demás con generosidad y alegría. Amén.