Oh Dios misericordioso, en este momento me acerco a Ti con humildad y devoción, pidiendo por la intercesión de San Valeriano. En su nombre, te ruego que escuches mis palabras y llenes mi corazón de tu amor y tu gracia.

Te alabo, Señor, por la vida y el ejemplo de San Valeriano. Admirando su valentía y su fe inquebrantable, te pido que guíes mis pasos por el camino de la virtud y la rectitud. Que su ejemplo sea una inspiración constante en mi vida.

Te doy gracias, Padre celestial, por las bendiciones derramadas sobre San Valeriano y por el consuelo que has proporcionado en los momentos de dificultad. Que tu infinita bondad siga acompañando su camino y fortaleciendo su espíritu.

Señor, reconozco mis faltas y mis pecados, y te pido perdón por todo aquello que ha entristecido tu corazón. Encomiendo a San Valeriano para que interceda por mí y me ayude a enmendar mis errores, buscando siempre tu misericordia y tu perdón.

En este momento de silencio, te presento mis peticiones y deseos más profundos, confiando en tu bondad y en la intercesión de San Valeriano. Escucha mis súplicas, oh Señor, y concede según tu voluntad todo aquello que sea para mi bien y para tu mayor gloria.

Te pido, Dios amoroso, que San Valeriano interceda por aquellos que sufren, por los enfermos, los desamparados y los que se encuentran en soledad. Que su intercesión sea un bálsamo de consuelo y esperanza para aquellos que más lo necesitan.

Me consagro a ti, Señor, poniendo en tus manos mi vida, mis alegrías y mis aflicciones. Que cada día sea una oportunidad para servirte con amor y entrega, siguiendo el ejemplo de San Valeriano y buscando siempre tu voluntad en todas las cosas.

Te ruego, Dios todopoderoso, que derrames tus bendiciones sobre San Valeriano, protegiéndolo de todo mal, otorgándole paz en su corazón y gracia para perseverar en la fe. Que su vida sea un reflejo de tu amor y de tu misericordia.

Que la luz de tu presencia, oh Señor, ilumine el camino de San Valeriano y de todos aquellos que buscan tu rostro con sincera devoción. Que tu amor infinito nos guíe y nos sostenga en todo momento, fortaleciendo nuestra fe y nuestra esperanza en ti.